El día que el océano te mire a los ojos - Paola Calasanz (Trilogía "El día que..." II)
¡Hola Globetrotters!
¿Qué tal estáis? Espero que sanos y felices.
Nueva entrada en el blog, con un
nuevo libro (ahora que estoy pudiendo leer, hay que aprovechar, jeje).
Hoy os traigo el 2º libro de una trilogía que os mostré la entrada
pasada.
El libro que me trae hoy aquí es El día que el océano te mire a los ojos, el segundo libro de la trilogía El día que... de la autora Paola Calasanz, publicado por Roca Editorial.
Si el primer libro fue una delicia, un viaje transformacional lleno de
sentimientos y emotividad, no os podéis hacer una idea de la aventura
que ha sido esta segunda entrega. Os juro que hace mucho, muchísimo
tiempo que no conectaba tanto con unos libros del modo en que lo estoy
haciendo con los libros de Paola, tienen magia, un magnetismo bestial,
un pedacito de alma de la autora dentro de sus páginas que con un sigilo
y un cariño inmenso, nos toca el corazón.
El primer libro se desarrollaba en los bosques frondosos de Tennessee y
la bulliciosa Nueva York, en esta ocasión la acción tiene lugar en el
sur de California, en un pueblecito costero y Australia. (¿Puede ser más
perfecto?)
El libro anterior me marcó mucho y me gustó por la personalidad y la manera de ser Jake y el entorno, pero... El día que el océano te mire a los ojos me
ha conquistado por su escenario. Para lo que no me conocéis, deciros
que yo estoy altamente vinculada al mar. Es decir, existe un vínculo
bestial entre nosotros. Yo nací un miércoles del año 95, pues el fin de
semana de esa semana en la que nací, mis padres me estaban paseando por
la playa. El mar es lo primero que olí, que respiré, que escuché... lo
primero que sentí. He vivido grandes momentos con personas que me han
acompañado a lo largo de mis casi 25 años, en el mar es donde he tenido
las conversaciones más transcendentales, donde me he reencontrado a mí
misma cada vez que lo he necesitado... El mar me lo ha dado todo. Es mi
lugar en la Tierra.
Por eso, al ir adentrándome poco a poco en la vida de Aurora y Narel,
con esas playas vírgenes impresionantes, estar en medio del océano
rodeados de las criaturas más imponentes y majestuosas de la tierra como son las ballenas, pasar una bella noche estrellada a los pies de un
faro con una pequeña hoguera... Ha sido mágica y me ha hecho suspirar en
más de una ocasión.
Además,
al igual que en anterior libro había una potente carga concienciadora,
éste libro no se ha quedado exenta de ello. Anteriormente la autora nos
ha hablado sobre el veganismo/vegetarianismo, las industrias cárnicas y
lo equivocados que estamos respecto a la supremacía de unas especies
sobre otras, en este segundo libro la autora nos habla sobre un estilo
de vida minimalista del cuál ya había oído hablar y del que trato de
poner en practica en mi vida, de la importancia del ahora, de lo
efímeros que somos, lo importante que es vivir, y vivir haciendo lo que
nos haces felices, vivir como si fuera nuestro último momento en la
tierra... Pero también hace una dura crítica a la contaminación de los
mares y océanos por la mano del hombre con desperdicios, plásticos y
residuos tóxicos que hacen peligrar la flora y la fauna de ese mundo
subacuático, ya que diariamente mueren miles y miles de animales y
plantas que fuerza a cambiar las rutas de migración milenarias de muchas
especies, como las ballenas, por ejemplo.
Las ballenas, al igual que otras muchas especies de animales y plantas
son muy importantes y unos compañeros que coexisten y cohabitan nuestro
planeta y, si todos ponemos nuestro granito de arena reduciendo el
consumo de plásticos entre muchas otras cosas, podemos ir recuperando el
equilibrio de nuestro planeta.
Sinceramente, me vais a permitir mi momento fan de las ballenas jeje,
son unos animales que me fascinan y como ya os he comentado, forman
parte de un entorno por el que me siento más que atraída. Por ello, como
símbolo de mi amor y vínculo por el mar y las ballenas, llevo un collar
regalo de las navidades pasadas con una cola de ballena. Como
curiosidad, en el pueblo Maorí, las colas de ballena se llaman Muri Parao y son símbolo de fuerza y de la relación con el mar.
Por eso es especial para mí, porque me recuerda en ocasiones de
debilidad, que soy más fuerte de lo que creo y recuerdo el mar y lo
mucho que me gusta, la conexión que hay entre ambos. Y la cola, era la
mejor forma de representar esas dos cosas, a parte del valor sentimental
que tiene, que fue un regalo.
Si sois igual de apasionado por el mar como yo y de todas sus criaturas,
si os gustan los amores de verano, si queréis sentir magia y huracanes
en el estómago, ésta, es vuestra historia.
Sinopsis:
Una novela sobre la vida, la libertad y la naturaleza, firmada por la directora de arte youtuber e instagrammer Dulcinea, autora de El día que sueñes con flores salvajes.
Aurora es artista, libre, impulsiva, tiene un precioso estudio de
pintura repleto de velas frente al océano en un pueblo pequeño del sur
de California. Adora las piedras naturales, andar descalza, los gatos y
contemplar el cielo de noche. Todo da un vuelco cuando descubre que le
quedan pocos meses de vida y por si fuera poco, la infidelidad de su
chico, Mark. Todo parece llegar a su fin. Pero la llegada al pueblo del
nuevo guarda fauna marino pondrá patas arriba el mundo de Aurora, su
enfermedad, su relación con Mark, sus creencias sobre el amor, los
valores de la vida y todas las cosas que siempre ha temido.
Una intensa y mágica historia de amor que te hará saborear cada instante, cada aliento.
Una historia sobre la esperanza, la pasión y las fuerzas implacables del universo, de las estrellas y del fondo del océano.
Espero que os haya gustado esta reseña y que os animéis a darle una oportunidad, de verdad, no os dejará indiferentes.
Yenn.
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